Hay una escena en Agneepath donde un protagonista salpicado en sangre va
corriendo en una hermosa toma en cámara lenta hacia sus enemigos. Hay
muchas razones por la que te quedas sentado embobado mientras la escena
se desarrolla, pero la más importante es el fenómeno conocido como
Hrithik Roshan. La cruda intensidad de sus ojos, la furia y venganza en
sus rostro y la fuerza muscular en sus brazos mientras avanza en esa
escena en particular no es algo que pueda hacer cualquier actor. No
pondríamos nuestros corazones al escribir sobre alguien desprovisto de
un encanto celestial. Hrithik merece tener el mundo en la palma de su
mano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario